Con Temer Brasil regresa a un pasado superado
- Verónica Díaz Hung
- 23 may 2016
- 5 Min. de lectura
Lula podría ser candidato para proteger los logros sociales
El presidente interino, aunque actúa como si mandase con los votos del pueblo, actúa en contra de las políticas sociales que lograron sacar a 30 millones de brasileros de la pobreza

“Ya tengo 70 años y no me gustaría ser candidato. Cuido mi salud, y hay la posibilidad de que haya un candidato más joven, pero la única posibilidad es que lo hiciera para evitar que se destruya la política social de este país”, manifestó se el ex mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, durante una entrevista especial realizada por el periodista Ernesto Villegas y transmitida por Telesur.
El Partido de los Trabajadores (PT), primero con Lula al frente de la jefatura de Estado, y luego con Dilma Rousseff, en 12 años lograron sacar a 30 millones de brasileños de la pobreza. Y ahora, luego que la presidenta Dilma fuese apartada de su cargo el pasado 12 de mayo cuando el senado de ese país aprobó el proceso de impeachment, los logros sociales del inmenso país del sur parecen amenazados.
¿Qué fue lo que sucedió en Brasil?
“Fue una violencia contra la democracia, se violentaron los derechos básicos de la democracia en el mundo, porque una mayoría conservadora decidió suspender a una presidente de su mandato porque no le gusta la presidente, aunque ella no cometió ningún crimen. No existe ninguna acusación probada legalmente con la presidenta”.
Desde Sao Paulo, Brasil, Lula Da Silva ratificó que en su país ocurrió un golpe contra una democracia que se ha establecido desde hace un poco más de 30 años, porque los conservadores del mundo no soportan una presidenta que apoye a los pobres.
El presidente interino, Michel Temer, a pocos días de asumir el poder suspendió la construcción de 11 mil 250 viviendas en Brasil del programa bandera "Minha Casa, Minha Vida" (Mi Casa, Mi vida), impulsado por los gobiernos progresistas del expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, y continuado por Dilma Rousseff. El ambicioso programa de construcción de viviendas se inspira en la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV).
Durante la entrevista, Lula manifestó que esta medida de Temer evidencia el desprecio que experimenta hacia su pueblo.
“Pienso que es un error de Temer, porque la construcción de viviendas es un motor de la economía. Es un error histórico y ellos pagarán el precio”.
Pero se mostró optimista por el apoyo internacional que ha recibido la presidenta Dilma Rousseff, ante lo que ha sido calificado por la propia presidenta como un golpe disfrazado de legalidad.
A Dilma Rousseff se le acusa de supuesta violación de normas fiscales al maquillar el déficit presupuestario de 2015. Sin embargo, no se han presentado pruebas en su contra.
Tras la decisión del senado se inicia un periodo en el que las autoridades brasileñas se encargarán de encontrar las pruebas contra la mandataria que no fueron presentadas ni en la Cámara baja ni en el Senado.
Y aunque Dilma no está en el poder, ahora se tendrá que demostrar la veracidad de las acusaciones.
“Son 81 senadores los que van discutir el mérito, pero debemos mover a la sociedad a favor de la democracia y conversar con los senadores para probar el error histórico que podrían cometer (...) Hay solo que convencer a seis senadores, eso no es imposible para alguien que convenció a 54 millones de brasileños”.
Y agregó que “a esos senadores los convencerá su propia conciencia, porque ellos no querrán pasar a la historia como quienes acusaron a una mujer inocente (...) Aunque un senador sea conservador tiene un compromiso ético con su historia. Yo creo que hay mucha gente que aunque no votó por Dilma, pueden cambiar de opinión, incluso hay algunos que ya están arrepentidos”.
Michel Temer ejerce una presidencia interina, porque “Dilma solo esta suspendida por un capricho político”, expresó Lula durante la entrevista.
Y aunque la presidenta solo está suspendida por 180 días, Temer, que es un presidente interino, no está gobernando como si lo fuera, advirtió.
Lula destacó que el Gobierno interino de Temer durará hasta que se resuelva el juicio político en el Senado.
Asimismo indicó que la prensa de Brasil apoyó el golpe. “La prensa brasileña ha sido responsable de este golpe. La prensa estaba unánime contra Dilma y ahora está unánimes en defensa de Temer”.
En contraste, se mostró satisfecho del apoyo internacional a la democracia brasileña.
“Los periódicos del mundo han demostrado que ha sido un golpe de Estado, que lo que se hizo aquí fue un golpe político, no hay ningún crimen de responsabilidad y se persiguió a Dilma. Eso todo el mundo lo sabe”.
¿Adiós a la integración?
El expresidente explicó que la élite brasileña siempre ha sido muy sumisa ante los Estados Unidos y la Unión Europea, pero advierte que nadie respeta a quien no se respeta.
“Brasil tiene que demostrar que puede competir con EE.UU e incluso ser mejor. Tiene que respetar a Guyana y tratarla con el mismo respeto que a EE.UU”.
Pero Brasil, como lo ha dicho Chico Buarque, está regresando a lo que se había superado, es decir, que según la visión de las élites que son el poder detrás de Temer, se debe hablar bien a EE.UU y mal a Bolivia.
Lula, sin embargo, cree difícil que las élites que han asaltado el poder en su país logren resucitar al ALCA, porque “en 10 años hemos vivido un momento excepcional en América Latina y eso se refleja en el flujo comercial que hoy existe entre Venezuela y Brasil”.
Y advirtió que “la élite le dará la espalda a los BRIC, porque no entiende lo que significa hacer acuerdos con la mitad de la población mundial”.
Pueblo movilizado
“El pueblo está en la calle. Esas personas que eligieron a Dilma y a mi tal vez están disgustadas porque su segundo mandato tuvo errores, tuvo un discurso y luego no fue el gobierno que ellos esperaban, esas personas quieren que Dilma mejore, pero no quieren a un golpista”.
Para Lula, quien ayudará a Dilma será el propio pueblo, los sectores populares y la clase campesina que no permitirá que las políticas sociales sean arrebatadas por la derecha. “El propio pueblo es el que decidirá que este país vuelva a tomar sus riendas”, añadió.
Vaticinó que en Brasil pueden suceder muchas cosas. Podría, por ejemplo, hacerse un plebiscito, ya que “quien hoy está en el poder de manera interina debe estar muy pendiente porque el pueblo está muy despierto para impedir que lo gobierne quien ha llegado al poder sin sus votos”.
Nuevas utopías
La izquierda ha gobernado a América Latina por 10 años -reflexionó- pero durante cada periodo debe haber reciclaje, debe haber nuevas utopía.
“La humanidad siempre busca conquistar algo nuevo. Eso hace que la sociedad camine hacia adelante. Todos nosotros que somos de izquierda, socialistas, que trabajamos por la inclusión social, debemos despertar en los jóvenes un sueño, una utopía, y si lo logramos vamos a gobernar por siempre a América Latina”.
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