Doctrina Manwaring: “Destrúyanse ustedes mismos”
La teoría Manwaring propone la autodestrucción de las naciones-estado como un método para promover la “salida” de gobiernos no sumisos a las políticas de los Estados Unidos. El presidente Maduro asegura, en sentido contrario, que con una sólida unión cívico-militar en Venezuela “ganará la paz”
“La MUD apoya la injerencia extranjera en Venezuela” dijo el pasado 18 de mayo en su programa de radio “Hablando de Poder” el gobernador del estado Carabobo y directivo del Partido Socialista Unido de Venezuela, Francisco José Ameliach.
Ese mismo día recomendó la lectura del libro “Pandillas Callejeras: La Nueva Insurgencia Urbana” del militar retirado norteamericano Max Manwaring, en donde se realiza un detallado estudio del uso de los grupos criminales como “fuerza de choque” en guerras de cuarta generación. El presidente Nicolás Maduro, en su intervención ante el Comando Central del Partido Socialista Unido de Venezuela, reiteró el consejo de Ameliach y dijo que “todos los revolucionarios deben leer este libro para saber cómo enfrentar la nueva estrategia insurreccional y desestabilizadora de la derecha para apoderarse por vías inconstitucionales de la Presidencia de la República”.
Por lo menos dos casos concretos de este tipo de modelo de acción –con consecuencias desastrosas para los ciudadanos- han tenido lugar en el Medio Oriente durante los últimos cinco años: la primera, triunfante, en Libia y la segunda, en desarrollo, en Siria.
En el primer caso, amparados en una serie de protestas callejeras en petición de “más democracia” conocidas como “Primavera Árabe” grupos de mercenarios fueron introducidos a Libia con el objeto de enfrentar al gobierno legítimo. El incremento de la ofensiva armada de las pandillas financiadas por el exterior dio pie para que naciones europeas pidieran permiso al Consejo de la Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas para ejecutar “bombardeos humanitarios” con el supuesto fin de evitar la “represión” que el Ejército de Libia ejecutaba contra la insurgencia. La superioridad aérea permitió la destrucción de las Fuerzas Armadas de Libia y el posterior asesinato del presidente Muamar el Gadafi en manos de los pandilleros hace cinco años. Desde esa fecha, el caos se ha apoderado de la nación africana, que aún no posee un gobierno estable y ha tenido miles de bajas civiles y millones de refugiados por las constantes confrontaciones entre las milicias.
El contexto de Siria ha resultado diferente –pero no menos doloroso- por la activa participación de Rusia en el conflicto. En sus fases iniciales tuvo las mismas características del caso de Libia, pero tanto China como Rusia se opusieron ante el Consejo de Seguridad a los bombardeos “humanitarios”. Tras tres años de resistencia ante los embates de por lo menos 20 grupos organizados, entrenados y armados desde el exterior, el gobierno legítimo recibió ayuda militar de Rusia, que ha cambiado por completo el contexto de la guerra, pero que todavía hoy sigue siendo cruenta especialmente para los civiles que en muchas ocasiones se encuentran atrapados en los combates.
La teoría Manwaring propone la autodestrucción de las naciones-estado como un método para promover la “salida” de gobiernos no sumisos a las políticas de los Estados Unidos. El presidente Maduro asegura, en sentido contrario, que con una sólida unión cívico-militar en Venezuela “ganará la paz”.
Extractos de“Pandillas Callejeras: La Nueva Insurgencia Urbana”
El común denominador que puede unir al fenómeno de las pandillas con la insurgencia es que para algunas pandillas de tercera generación y para los insurgentes el objetivo final es deponer o controlar los gobiernos de los países destinatarios.
El fenómeno de las pandillas está generando grave inestabilidad nacional y regional, e inseguridad que va desde la violencia personal a la insurgencia para el fracaso del Estado; en segundo lugar, por sus actividades criminales y desafíos de seguridad, el fenómeno de las pandillas está exacerbando las relaciones cívico-militares y policiacos-militares y reduciendo la capacidad efectiva y cívico-militar para controlar el territorio nacional; y, tercero, las pandillas están ayudando a las organizaciones criminales de transición, a los insurgentes, señores de la guerra, y barones de la droga, que erosionan la legitimidad y la soberanía efectiva de la Nación-Estado.
En un escenario de la seguridad nacional, el "enemigo" no es un grupo militar reconocible o formación. El enemigo es ahora el actor político individual o miembro de una pandilla que planea e implementa la intimidación represiva, la corrupción y la inestabilidad, y explota las causas profundas de la violencia para sus propios fines comerciales o políticos.
¿Quién es Max G. Manwaring?
De acuerdo a fuentes disponibles en Internet Max G. Manwaring es un coronel retirado del Ejército de los Estados Unidos que ha servido en el Comando Sur y actualmente es profesor de estrategia militar en el Instituto de Estudios Estratégicos, dependiente de la Escuela de Guerra de la Armada de los Estados Unidos (USAWC, por sus siglas en inglés). En el sitio web de Amazon, es posible encontrar una serie de publicaciones de Manwaring, entre ellas una titulada: Venezuela as an Exporter of 4th Generation Warfare Instability (Venezuela como exportadora de Inestabilidad de Guerra de 4ta generación).
En el resumen de la citada publicación se describe a la Revolución Bolivariana iniciada por el Comandante Hugo Chávez, como un proyecto insurgente de largo plazo que tiene previsto tomar el poder en toda América Latina mediante tácticas de guerra “no convencionales”.
