Señales de recuperación económica
- Luis Dávila
- 22 jun 2016
- 4 Min. de lectura
Tony Boza configura una mejora para el segundo semestre

Tony Boza. FOTO ERNESTO MORGADO
El Estado debe identificar los actores capaces de alinearse con los 15 motores de la Agenda Económica Productiva
Las señales positivas en la economía nacional, golpeada fuertemente los dos últimos años por los efectos de la guerra económica, comienzan a ser evidentes en diversos ámbitos. El plan de administración de cargas en el sector eléctrico cumplió su tarea y ya los niveles del Embalse del Guri retornan a niveles normales, permitiendo la reducción de los cortes programados del servicio. El precio del crudo se estabiliza en torno a los 40 dólares, que si bien es una cifra muy inferior a las logradas hace dos años, permite un mayor ingreso de divisas al país. Los motores productivos comienzan a rendir sus primeros frutos, entre los que se cuentan el farmacéutico y el agrícola, pues desde el mes de julio comenzarán las cosechas del ciclo 2016.
Para el economista Tony Boza, este escenario permitirá el posicionamiento de un modelo que busca incrementar la productividad del parque industrial venezolano mediante la sustitución de importaciones y la generación de divisas distintas a las petroleras. “Obviamente el Ejecutivo tropieza con dificultades debido a la configuración de la economía venezolana, no en los tiempos de la Revolución Bolivariana, sino en los últimos cien años donde se creó una manera de producir relacionada con la captura de los dólares generados por el Estado a través de la renta petrolera. Entonces, tenemos el problema de que un sector importante del llamado aparato productivo realmente no es productivo, sino parasitario”
Resulta entonces un reto para el estado identificar los actores capaces de alinearse con los 15 motores de la Agenda Económica Productiva. Estamos ante la necesidad de crear cadenas de valor en el sector de alimentos para impedir el contrabando de extracción, como pasa con el café y el cacao por ejemplo”, señala. El mismo ejemplo es válido para sectores como medicinas, calzado y uniformes escolares entre otros.
Recuperación y talón
“Se está empezando a notar una oportunidad de recuperación económica en el segundo semestre del año, que si bien no llegará a los niveles que tenía en el año 2010, permitirá mejorar la compleja situación que se vive en algunos rubros, como los alimentos”, señala.
Para Boza, un talón de Aquiles de la economía es el modelo de distribución, y para eso se proponen los CLAP como esquema alternativo de entrega de productos, donde el foco más importante es la capacidad de organización de las comunidades. “Los CLAP son el enlace natural de la producción de las comunas con los consumidores”. Una de sus mayores fortalezas es la imposibilidad de que generen mecanismos de bachaqueo (por el alto nivel de contraloría social implícitos en el modelo) y por eso arrecian los ataques de la derecha contra este esquema de entrega de productos a la población.
El reto de la distribución
“Ahora tiene que llegar el producto al pueblo. Porque cuando sale el camioncito con las medicinas no sale para las farmacias ni para el pueblo. Sale para el Caribe, llegan hasta Puerto Rico las medicinas venezolanas pero no llegan a donde tienen que llegar. Entonces el problema nuestro en algunas industrias no es productivo, es distributivo”, aseveró el presidente de la República Nicolás Maduro este jueves 16 de junio, desde el Salón Sol de Perú del Palacio de Miraflores, al referirse a las alianzas logradas por el Estado para optimizar la producción de medicinas.
Maduro dijo que ahora el reto es garantizar que las medicinas lleguen al pueblo a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), a través de Farmapatria, de las farmacias pequeñas “que no deben ser olvidadas”, a través del Instituto Venezolano del Seguro Social y a través de la Misión Barrio Adentro “que es la vía más segura de todas”.
“Están garantizados todos los fármacos para el sistema Barrio Adentro al 100%”, explicó. Maduro enfatizó que el centro de toda la estrategia del Gobierno Bolivariano se centra en consolidar la producción nacional para sustituir importaciones y generar un nuevo esquema de comercialización de los bienes.
Solidaridad y Responsabilidad
Por Fernando Travieso
La política petrolera venezolana se ha sustentado en la solidaridad con los países latinoamericanos y caribeños, como lo demuestra Petrocaribe por citar un ejemplo, de la amplia gama de convenios que la República Bolivariana de Venezuela mantiene con gran cantidad de países.
La soberanía nacional es la garantía de que las políticas integracionistas bolivarianas continuarán en el tiempo, por lo que el respeto a su independencia es fundamental para el bienestar de los pueblos de la región.
El compañerismo demostrado con el hermano pueblo de Paraguay es evidente, suministrando el combustible requerido en condiciones preferenciales de pago, para apoyar su economía en época de precios altos en el mercado internacional de hidrocarburos.
La deuda que mantiene la nación del Mariscal Francisco Solano López (héroe de la guerra de la Triple Alianza entre 1864-1870) con Pdvsa por 287 millones de dólares fue producto de la política bolivariana integracionista, pero dejando claro los derechos venezolanos a cobrar la deuda como lo estipula el contrato de suministro.
La posición del actual gobierno de Paraguay de no querer reconocer lo que los documentos respectivos dejan ver con toda claridad, que la deuda de 287 millones de dólares puede ser exigida por la estatal Pdvsa en función de sus prioridades económicas, demuestra falta de seriedad, obligando a la empresa venezolana a recurrir a las vías jurídicas.
Las políticas de solidaridad nacionales se han mantenido a pesar de los cambios en el mercado petrolero internacional, como lo demuestran los convenios de integración vigentes, para bien de la región.
Venezuela sabe hacer valer sus derechos cuando un gobierno de un país hermano, que pareciera no reconocer el esfuerzo que realiza el venezolano, pretende incumplir con sus obligaciones.
El legado del Comandante Supremo Hugo Chávez en materia petrolera es inconmensurable, utilizando el recurso que mueve la economía mundial como motor para la realización del sueño del Libertador Simón Bolívar de unir a la América meridional en una sola nación, con la fuerza necesaria para defender sus intereses ante las pretensiones de las grandes potencias.
Esperemos que el gobierno paraguayo y su empresa petrolera reconozcan la hermandad venezolana y la necesidad de cumplir con sus compromisos para el bienestar común de los pueblos latinoamericanos y caribeños.
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