“Muchachas, muchachos, cuenten con Chávez para toda la vida…”
- Adán Chávez Frías
- 1 ago 2016
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Yo primero que nada quiero agradecerles infinitamente tanto amor. ¡Amor, con amor se paga! Y ese amor cada día se irá encarnando más y más en la Patria nueva, en la Patria buena, en el Socialismo.
¡Qué fuerza la de ustedes, muchachos! Muchas gracias por todas esas manifestaciones de amor, de apoyo, de afecto, que yo les respondo a ustedes con más amor y con más compromiso de dedicar toda mi vida al servicio de la Patria nueva que ustedes encarnan, muchachada venezolana.
Mientras yo los veo, los oigo, las veo, las oigo cantando, bailando, argumentando, explicando, me doy cuenta definitivamente de algo que es —desde mi punto de vista— de lo más importante que haya ocurrido en estos últimos 20 años; algo muy importante muchachas, muchachos…porque yo viví mis 15, nosotros vivimos nuestros 15, nuestros 16, nuestros 20 años… Y siempre he creído, desde hace varios años, que de alguna manera a nosotros, a la generación a la que yo pertenezco, nacida por los años 60, a mitad del siglo XX, a nosotros nos robaron el futuro. Uno despertaba a la vida, a la adolescencia; pero resonaban, de distintos ámbitos, voces, conflictos. Comenzaba la Revolución Cubana, vino después el Mayo Francés, brotaron las guerrillas venezolanas; vinieron después los años 70, ya a mí me sorprendió la década de cadete en la Escuela Militar, comenzando los 70, a los 15, 16 años.
Y caminamos los 70, y caminamos después los 80, y entramos en una crisis profunda, y veíamos cómo la Patria se nos iba, como nos robaban la Patria. Pues bien, lo que les voy a decir, de lo que me vengo dando cuenta, es que mi generación fue en buena medida, no totalmente, pero fue en buena medida anulada, anulada por el capitalismo, fue alienada, fue comprada, fue aniquilada también. A mi generación la destrozaron. Nosotros somos una especie de sobrevivientes de la catástrofe, los que aquí estamos cruzando ya los 58, rumbo a los 60, o más allá.
Ustedes en cambio, que nacieron en medio del huracán; ustedes que nacieron casi con “El Caracazo”, ustedes que nacieron casi con el 4 de febrero y el 27 de noviembre de 1992, ustedes vinieron al mundo cuando llegaba de nuevo ¡la Revolución en Venezuela! ¡Son ustedes hijos de la Revolución! ¡Hijas de una Revolución! Yo los siento a ustedes así, ¡hijos e hijas de esta lucha, de esta siembra, de esta batalla, de estos caminos! Hijos e hijas de nuestro tiempo, de nuestra lucha, de nuestro esfuerzo; y por qué no decirlo también, del sacrificio de muchos de nosotros, de muchos de quienes nos han acompañado en esta larga jornada.
Orgulloso me siento yo, como padre, de verlos a ustedes aquí, y no sólo verlos y verlas, sino sentirlos, sentirlas, percibirlos, percibirlas, yo por supuesto no viví sino del 54 para acá, pero un poco conozco la historia de nuestro país. Y lo que voy a decir creo que no lo he dicho nunca antes con esta contundencia, pero es porque ahora es que me estoy dando cuenta plenamente, son ustedes, muchachas y muchachos, que hoy tienen 20, o un poquito menos o un poquito más, la mejor de todas las generaciones que por esta tierra venezolana han pasado. ¡Son ustedes hijas, son ustedes hijos, la mejor de todas las generaciones de venezolanas y venezolanos que por esta tierra han pasado en 500 años de historia conocida!
Por tanto, actuando como ustedes han venido actuando, cada día con más conciencia, cada día con mayor compromiso, cada día con mayor unidad, dentro de la diversidad hermosa de la juventud, dentro de la heterogeneidad hermosa, necesaria, de la juventud, de los movimientos juveniles; yo estoy seguro ya, que van a concluir la tarea, ustedes van, con sus propias manos, engranadas con sus corazones y sus almas, a construir la Venezuela socialista de todo el siglo XXI.
Sólo cuenten conmigo, con toda mi vida, con todas mis fuerzas, me pongo a la orden de ustedes para acelerar y para profundizar en los próximos años la construcción de la Patria de ustedes, que es la Patria socialista, la Patria nueva, la Patria Grande, la Patria buena.
…todo lo que estamos haciendo es para ustedes jóvenes, para dejar atrás definitivamente (…) el capitalismo que es la perversión y es la maldición para los pueblos y para construir, seguir construyendo el socialismo, el reino de Cristo, digo yo que soy cristiano en esta tierra, el socialismo, el reino de la igualdad, el reino de la felicidad, el reino de la paz, nosotros somos garantía de paz, de felicidad y eso sólo se logra en el socialismo.
El capitalismo golpea sobre todo a los jóvenes porque les cierra el futuro, como lo dije, les roba el futuro. Muchachos, muchachas, gracias por tanto amor, muchachos, muchachas todo mi amor para ustedes, todo mi corazón, muchachas, muchachos, cuento con ustedes para el 7 de octubre, muchachas, muchachos, cuenten con Chávez para toda la vida.
* Extractos del Encuentro del Candidato de la Patria Hugo Chávez con los jóvenes, 19 de septiembre de 2012.
Comentario:
“Tristeza a veces, alegría a veces...”, repito junto a nuestro Alí Primera. Venimos de una semana preñada de sentimientos profundos, de dolores, de compromisos, de solidaridad, de batallas por la vida y de fortalezas por la Patria. El pasado día 27 conmemoramos el novenario de la siembra del hermano, del compañero, del querido Aníbal Chávez; ejemplo de vida, de lealtad a la lucha por la felicidad de nuestro pueblo, heredero fiel del legado de nuestro hermano, del Gigante Eterno, Hugo Rafael Chávez Frías. Al siguiente día, el 28, por esas causalidades de la vida, que nos coloca retos y pruebas que a veces parecieran insuperables, celebramos el 62 cumpleaños de ese Gigante Eterno. Hugo y Aníbal, donde quiera que estén, andan hoy juntos, dándonos valor y fuerza para seguir adelante en el camino de la Revolución, morral al hombro, con la certeza de que ahora, más que nunca, consagraremos nuestra vida toda a construir esa Venezuela buena, bonita, socialista, por la que ellos lucharon.
El texto de hoy está dedicado a los jóvenes. Ellos fueron el eje central de las actividades con motivo de los 62 años del Comandante Chávez. En las manos de los jóvenes comprometidos con la Revolución, está el futuro de la Patria nueva. Ellos me recuerdan, como nada, el espíritu indomable y la voluntad de vencer del Comandante Eterno, los desvelos constantes de Aníbal animando a todos a avanzar en el camino contando con los jóvenes, escuchando sus reclamos, sus propuestas, sus ideas.
Ustedes, muchachas y muchachos, son la semilla que germina y que ni un segundo podemos descuidar. Estoy seguro que, juntos, vamos a demostrarle al mundo que nuestra Revolución ha madurado; que es capaz de renovarse para seguir perfeccionando la calidad política y la eficiencia revolucionaria, en la construcción del Socialismo Bolivariano, Chavista y Antiimperialista; porque eso es precisamente lo que nos está exigiendo nuestro pueblo, lo que está esperando la historia de nosotros.
En este momento crucial para Venezuela, los exhorto jóvenes de la Patria, a redoblar el paso, a participar activamente en la batalla de las ideas, en el debate sobre los problemas de la sociedad que se construye y también a proponer soluciones. Los exhorto a estudiar, a analizar en profundidad la realidad que vivimos, a formarse integralmente cada día más. Los llamo, con la pasión que los caracteriza, a profundizar en la crítica y la autocrítica revolucionarias, como nos enseñó Chávez, para que de ellas pueda emerger una praxis transformadora, que allane el camino que nos conduzca a cumplir en profundidad el proyecto bolivariano y socialista que nos hemos trazado y que estamos comprometidos a convertir en encarnación histórica; teniendo como base fundamental el legado del Comandante Eterno.
Ustedes, nuestra generación tricolor, deben estar conscientes que no sólo nos estamos jugando nuestro destino como Revolución, sino sobre todo nos jugamos el destino pleno de la Patria Grande. No es momento de andar con medias tintas ni debilidades ideológicas, mucho menos de traiciones; entereza y fidelidad suprema reclama nuestro pueblo. Es momento de consolidarnos y crecer en el espíritu de unidad, en el espíritu de Chávez, de arraigarnos en el fervor socialista y crecernos en los sentimientos más puros que nos deben mover como revolucionarios.
Vamos pues, hijas e hijos de nuestro tiempo, a marchar unidos al combate, a alcanzar las nuevas victorias que nos permitan llegar al punto de no retorno en la construcción del Socialismo Bolivariano, el único camino que le garantiza a la Patria el presente bueno y el futuro grande¡¡ Hasta la Victoria Siempre¡¡ Venceremos¡¡
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