Bloque de la Patria contra el fraude
Introducen recurso ante el TSJ
En las solicitudes, introducidas en la Sala Electoral y Constitucional, también piden que se evalúe las responsabilidades en el hecho del diputado Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional.
Diputados del Bloque de la Patria en la Asamblea Nacional solicitaron ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declarar la ilegalidad de los actos del Parlamento, después que la mayoría de los diputados de derecha juramentaron este jueves 28 de julio como diputados de Amazonas a Julio Ygarza, Nirma Guarulla y Romel Guzamana, violando la sentencia dictada por el TSJ el pasado 30 de diciembre que ordena la desincoporación de estos ciudadanos como parlamentarios, mientras avanza la investigación sobre denuncias de robo y compra de votos en Amazonas durante el proceso electoral realizado el 6 de diciembre del año 2015.
Así lo informó el jefe del Bloque de la Patria, Héctor Rodríguez, quien explicó que la incorporación de los tres diputados tiene como consecuencia que ahora cualquier acto del Parlamento no tenga validez jurídica al estar compuesto de forma ilícita ese poder público por personas que son resultado de un fraude electoral.
Rodríguez señaló que en las solicitudes, introducidas en la Sala Electoral y Constitucional, también piden que se evalúe las responsabilidades en el hecho del diputado Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional.
Recordó que la mayoría parlamentaria de la derecha ha incurrido en usurpaciones de funciones al juramentar a Ygarza, Guarulla y Guzamana. "Nosotros hoy venimos a plantear los hechos: se ha cometido un fraude electoral en Amazonas", señaló el parlamentario. Recordó que en este fraude electoral está involucrado el gobernador de Amazonas, Liborio Guarulla, y trabajadores de esa gobernación.
El parlamentario revolucionario indicó que los partidos de derecha en la AN tomaron esa decisión porque fracasaron en sus planes de desestabilizar al país. "Han fracasado producto de su locura, de su desespero. Y ahora quieren arrastrar a todo el país a una forma fracasada de hacer política", comentó.
Rodríguez convocó a la mayoría parlamentaria de derecha a la reflexión, a la calma, a la mesura y a trabajar por el país, al tiempo que ratificó que el Bloque de la Patria seguirá protegiendo al pueblo venezolano, actuando en cada momento que la bancada de la llamada MUD o Mesa de la Ultra Derecha cometa una inconstitucionalidad.
De acuerdo a fuentes judiciales, la juramentación realizada en la Asamblea Nacional de los diputados impugnados por presunto fraude electoral en el estado Amazonas, pudiese acarrear hasta un año de prisión a la actual directiva del Parlamento por los delitos de desacato continuado y usurpación de funciones. La pena que pudiese cumplir la actual directiva del Parlamento venezolano oscila entre seis y quince meses de prisión por la violación del artículo 31 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derecho y Garantías Constitucionales. Según el texto legal, quien incumpla con el amparo está sujeto a las penas antes señaladas.
El padre del puntofijismo
Alí Ramón Rojas Olaya
Escuela de Defensa Integral Comandante Eliézer Otaiza (Ediceo)
“Abramos la historia”, solía aconsejarnos Simón Rodríguez. Ésta es tarea de la Escuela de Defensa Integral Comandante Eliézer Otaiza (Ediceo). Hablemos pues, del Pacto de Punto Fijo, hilvanado entre 1950 y 1953 en reuniones entre Rómulo Betancourt y Nelson Rockfeller en la mansión de éste, con Diego Cisneros como enlace e intérprete. El magnate del petróleo le decía a Betancourt refiriéndose a Pérez Jiménez: “Estoy impresionado por el desarrollo económico de su país.
Yo pienso que ya que ustedes fueron grandes amigos, mi amigo Diego, puede conseguir ciertos ajustes y acuerdos para que se produzca en Venezuela un cambio que no resulte en pernicioso para su situación política. Hay informes que revelan que Venezuela se encuentra en el ojo del huracán comunista”.
En 1957 Betancourt se reúne con el agente anticomunista Serafino Romualdi. Este italiano jugaría un papel fundamental en el golpe de Estado al brasileño João Goulart en 1964. El 20 de enero de 1958 Romualdi cuadra una reunión entre Betancourt y los dirigentes Rafael Caldera y Jóvito Villalba con el Secretario de Estado John Foster Dulles, hombre accionista de la United Fruit Company de triste recordación en el Caribe por la masacre de las bananeras en Colombia en 1928 y el golpe de Estado a Jacobo Árbenz en Guatemala en 1958. El gringo le leyó la cartilla a los tres venezolanos trazándole la agenda de Gobierno a seguir luego del derrocamiento de Pérez Jiménez, que ya estaba maquinado desde Washington. Esta reunión es conocida como el Pacto de Nueva York y su objetivo general era aislar a los comunistas que se sabía serían mayoría en la Junta Patriótica de Venezuela. Las órdenes fueron claras detalladas en tres objetivos específicos: (1) persecución, tortura y muerte a comunistas; (2) paralización de las redes ferroviarias para inundar el país de gandolas Mack Trucks y tractores Carterpillar y (3) el fortalecimiento del modelo rentista. Una vez instruidos servilmente, estos tres personajes viajaron con Dulles a Washington. Allí los recibió el vicepresidente Richard Nixon.
El 9 de febrero de 1958 Betancourt da un discurso en la plaza Diego Ibarra de Caracas en el cual explica su rol para detener toda iniciativa bolivariana: “es que nos hemos convencido todos de que la encendida pugnacidad de la lucha política, le barre el camino a la barbarie para que irrumpa y se apodere de la República. No estoy definiendo una actitud de carácter personal. Estoy ratificando una línea de partido, del partido Acción Democrática”. El pacto de Nueva York se resella en Caracas, en la quinta Punto Fijo, residencia de Caldera, el 31 de octubre de 1958.
La política entreguista del padre del Puntofijismo habla por sí sola: firma el Tratado de Comercio con Estados Unidos que obliga a Venezuela a obtener de ese país el 82% de sus importaciones; entrega todo el aluminio posible, en un negocio leonino, para que la empresa Reynolds Metals saliera de la bancarrota. Luego ésta inundó el mercado venezolano con amas de casa que sucumbían ante el comercial “¡Qué me haría yo sin ti, papel de aluminio Reynold!”. Las cifras de asesinados, torturados y desaparecidos durante el puntofijismo que maneja la Comisión por la Justicia y la Verdad son alarmantes: 11043 expedientes revisados detallan, sin contar el Caracazo, más de 5000 víctimas directas, más de 15 mil indirectas y 38 centros terroristas de tortura.
El puntofijismo ganó las elecciones del 6 de diciembre de 2015. Su esencia antibolivariana, antirrodrigueana y antizamorana sigue intacta.
