El Gigante que parió la Patria
- Misión Nevado
- 1 ago 2016
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Recientemente celebramos los 62 años del nacimiento de nuestro comandante Hugo Chávez, desde muy niño fue amante de la pintura, la lectura, las matemáticas y el béisbol; su carisma cautivaba a todos pero nadie sospechaba lo que el destino le preparó. Hijo de Doña Elena y Don Hugo, nieto de su adorada Rosa Inés, el niño de alpargatas rotas, vendedor de arañitas que se convirtió en un Gigante de Amor para el pueblo venezolano y en un líder latinoamericano; el hombre que partió la historia de Venezuela en dos.
Este soñador y brillante estudiante entró en la Academia Militar de Venezuela el 8 de agosto de 1971, allí descubrió su más intensa pasión: el amor por su país. En 1975 obtuvo el grado de subteniente especializado en Ciencias y Artes Militares, pero su compromiso iba más allá de los títulos. Chávez ansiaba dignificar al humilde pueblo venezolano, humillado y pisoteado por la oligarquía.
Luego de fundar el MBR-200 con la firme convicción de luchar por los excluidos de la Patria, fue el hecho de ser testigo de la masacre del Caracazo “la chispa que encendió el motor de la Revolución”. El 4 de febrero de 1992 Chávez comandó una rebelión militar que aunque no tuvo éxito, le demostró a los venezolanos el talante del hombre que sería su máximo líder.
Durante 2 años en prisión Chávez se cultivó espiritual e intelectualmente, mientras tras esas cuatro paredes un mar de gente se identificaba con su causa. Al momento de su salida de Yare, aquel hombre ya era otro, en sus ojos podíamos ver a nuestro próximo presidente. Y así fue, en los comicios de 1998 Hugo Chávez se alzó con el primero de muchos triunfos electorales.
Los siguientes 15 años junto al Comandante Chávez solo pueden ser descritos como un tiempo de aprendizajes, justicia social, arduas batallas ganadas, emociones extremas y amor desbordante por un pueblo históricamente ignorado.
Chávez se convirtió en el presidente que le gritó al mundo que esta Patria es soberana y guerrera, que puso en evidencia mil veces la doble moral del imperio estadounidense. Fue el presidente que le devolvió la vida a los excluidos y les dijo: ¡ustedes valen!; el invicto de todas las batallas, electorales y morales; el que enfrentó a los enemigos, pero también perdonó; el verdadero cristiano, el ecosocialista animalista, el comunicador envidiable, el padre y amigo que dejó una huella profunda en cada rincón del país.
Hoy recordamos el paso del Comandante Chávez por nuestras vidas y agradecemos haber sido parte del ejército de combatientes con los que contó para revolucionar conciencias. Hoy como siempre, el pueblo que lo ama continúa añorándolo y deseando no haberlo despedido jamás.

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